Las Víctimas vamos a negociar no porque confiemos en los terratenientes, la oligarquía o su gobierno, vamos a negociar porque contamos con la fuerza de nuestra resistencia civil mas la fuerza que nos da el respaldo de la mayoría del pueblo y el que dice brindarnos la resistencia armada al declarar reiteradamente que la restitución y la reparación de las Víctimas conducirían a la Paz. Sin embargo por formidables que sean estas fuerzas sabemos que no son suficientes porque el objetivo de esta guerra contra el Pueblo rural es apoderarse del “capital originario” como nos relató Carlos Marx que hicieron unos pocos con las tierras de la Gran Bretaña.
Vamos a negociar además porque con nuestro esfuerzo, con el esfuerzo del trabajo de siglos del Pueblo rural hemos logrado adecuar para la producción agropecuaria 52 millones de hectáreas de nuestra Colombia, mas del doble de toda esa inmensa isla que es la Gran Bretaña. Solo 5 millones escasos están produciendo agricultura y en el resto viven precariamente 28 millones de reses que si estuvieran bien atendidas cabrían, con su alimento balanceado, en 3 millones de hectáreas. Entonces vemos muy posible lograr un acuerdo que colme la ambición de nuestros enemigos pero que también logre la justicia que nunca ha existido en este País para con las comunidades trabajadoras del campo. Hay tierra suficiente no solo para hacer una reforma agraria que beneficie a todos los colombianos con vocación de producir alimentos según nuestra tradición y los avances agro-ecológicos, sino también para que los actuales latifundistas de papel dudoso, porque casi que ni pueden visitar sus “tierras”, se asocien con los poseedores de los grandes capitales nacionales interesados en industrializar buena parte de la producción agropecuaria y minera, eso si cuidando no impactar en forma inaceptable el medio ambiente.
Negociemos, le pedimos a la Insurgencia, a las fuerzas Paramilitares y a las Fuerzas Armadas legales que acuerden un alto al fuego que pueda ser verificado y controlado, tal vez con la ayuda de los compatriotas latinoamericanos y caribeños, con el fin de que nos permitan reunirnos y organizarnos, sin riesgo de nuestras vidas y de nuestra libertad, elegir nuestros voceros para negociar con los Terratenientes con la mediación y el arbitrio del Gobierno. Sugerimos que la Insurgencia nombre unos voceros que se sumen a los nuestros en la negociación y que los Paramilitares, incluidos los que trabajan infiltrados en las Fuerzas Armadas legales, nombren unos voceros que se sumen a los de los Terratenientes.
Vamos a negociar, es lo que quiere el Pueblo colombiano y sabemos que alegraría muchísimo al Pueblo latinoamericano y caribeño. Vamos a negociar porque es la forma mas expedita de superar la barbarie que tiene semi-paralizadas nuestras fuerzas productivas, que tienen sumidos en la pobreza y en la miseria a la mayoría de los colombianos y al resto padeciendo la incertidumbre y la angustia de convivir en un País violento e injusto que no ha sabido aprovechar su gran potencial de recursos, envidiables para cualquier otro País.
Estamos dispuestos a perdonar a nuestros Victimarios aunque vemos necesario que se conozca la verdad, que se repare adecuadamente a las Víctimas o a sus descendientes, que se aplique justicia a los Victimarios y se garantice la no repetición. Creemos posible que los responsables de estos delitos puedan pagar sus condenas en sus sitios de vivienda y trabajo, con el control suficiente para tranquilidad de la sociedad y de ser necesario con tratamientos para que superen los problemas de salud mental que facilitaron su actividad antisocial o derivaron de esta.
¡Vamos a negociar!
Hernan Pardo Silva, excelente refleccio´n, sobretodo muy compacta, llevando el tema a su quintescencia, nombrando los contrahentes por sus nombres propios, espero poderlo leer en facebook,saludos de ultramar...
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