Los movimientos
sociales colombianos han logrado organizarse a nivel nacional en movimientos
políticos como el Congreso de los Pueblos y la Marcha Patriótica, que pueden
romper la apatía y la abstención crónica de buena parte del Pueblo. Del
esfuerzo, tal vez ingenuo, por unir a las diferentes vertientes de la izquierda
en el Polo democrático alternativo se han desprendido movimientos políticos mas
homogéneos como los Progresistas, la misma Marcha Patriótica, los restantes
compañeros que se quedaron en el PDA y la caracterizada ala del partido Verde,
los reverdecidos, que no acepta la alianza con el neoliberalismo hecha por sus
directivos y que quiere enfrentar la
reelección del Presidente de Colombia. La izquierda liberal, las personalidades
que se reunieron y crearon el movimiento “Pido la palabra” y otros sectores
políticos comparten el rechazo al sometimiento de Juan Manuel Santos tanto a
los oligopolios nacionales como al imperialismo de las potencias occidentales,
considerando que ese sometimiento impedirá la consolidación de una Paz Justa y
condenará al País a un nuevo ciclo violento, dada la heroica capacidad de
resistencia del Pueblo colombiano contra la persistencia de la opresión
tiránica de una minoría.
Santos se la juega
por la paz y simultáneamente renueva compromisos con los capitales
especulativos, las trasnacionales depredadoras de la minería y los energéticos,
intenta abrir el camino a las no menos perniciosas del agro-negocio tratando de
flexibilizar la adjudicación de tierras baldías en grandes cantidades,
pregonando una prosperidad para el pueblo basada en la generación de empleos
que supuestamente harían estos grandes empresarios nacionales y extranjeros.
Todo esto en contravía con la voluntad de las organizaciones populares que
exigen autonomía para poder ser dueños de sus destinos en concordancia con la
nueva ola de liberación nacional y la consolidación de Latinoamérica como uno
de los múltiples polos de un mundo contrapuesto a la hegemonía del norte. La
inversión extranjera debe someterse a la soberanía nacional, como lo han
logrado Venezuela, Bolivia y Ecuador sin que por ello se dejen de usar sus
tecnologías y capitales en aras de un desarrollo centrado en las necesidades
del Pueblo colombiano y sus relaciones armoniosas con los demás Pueblos del
mundo.
Lograrlo, derrotar
la reelección de Santos, es posible si unimos las fuerzas de centro-izquierda,
retomando la convocatoria a crear un programa de gobierno por parte de los
pre-candidatos y sus asesores, o sea que es el momento para que los diferentes
partidos y movimientos políticos aclamen sus aspirantes a la primera
magistratura de la nación, pueden ser uno o varios por cada uno, para que a
mediados de año se reúnan con sus asesores a crear el programa de gobierno
conjunto y que se convoque en octubre las elecciones primarias que elija el
candidato unitario y apruebe el programa de gobierno. En esas elecciones cada
movimiento o partido puede presentar uno o varios candidatos, ganará el
candidato que obtenga el mayor número de votos dentro del movimiento o partido
que le gane a los demás en votos sumados los de su o sus candidatos. Por último
propongo que un candidato pueda serlo por diferentes movimientos o partidos y
que en tal caso se sumarían los votos del candidato y ganaría si es el mas
votado en uno de esos grupos y que este sea el mas votado en su conjunto.
Hagámosle, podemos
derrotar a los oligopolios para ampliar la democracia y asegurar la Paz con
Justicia Social.