La
paz no se ha logrado construir y lo alcanzado está en grave peligro
a cuenta de por lo menos 2 grandes enemigos: Las fuerzas económicas
y políticas que insisten en lograr la rendición de la Insurgencia
para poder legalizar y feriar el despojo al que han sometido al
Pueblo desde 1946, sin olvidar que Colombia siempre ha sido un país
de Señores de la guerra, y la miopía del gobierno al negarse a una
tregua general incluyendo al ELN, al EPL y a los paramilitares, por
ceñirse al libreto estudiado en Harvard que si ha funcionado hasta
ahora se debe mas a la buena voluntad de las Farc que a la del
Gobierno, porque mientras el Pueblo rural y sus amigos urbanos tengan
latente la amenaza a sus vidas y su hogar no podrán incluirse en el
proceso con el derecho que les corresponde.
El
acuerdo de Paz Gobierno-Farc es sin duda un gran avance, retórico
por ahora, porque para implementarlo es necesario la tranquilidad que
estamos lejos de lograr. Pero la anhelada Paz con justicia social
requiere ir mucho mas allá.
Antes
de plantear la mecánica de unidad, de las fuerzas alternativas para
lograr un Frente Democrático, es necesario definir un programa
mínimo que resuelva la sin salida en que nos encontramos. Los
Progresistas proponen que la salud, la educación, la justicia y el
poder constituyente deben ser derechos reales y permanentes del
Pueblo, alejados del ánimo de lucro y de los intereses dominantes.
Los precandidatos Jorge Robledo, Claudia Lopez, Antonio Navarro y
Sergio Fajardo exigen transparencia y honestidad sin sombra de dudas
a los aspirantes. La Cumbre agraria no acepta lo acordado sino como
un principio para construir la Reforma agraria Integral y exige
llegar a definir e instituir los territorios de los indígenas, de
los negros y de los demás campesinos, reconociendo lo reclamado como
nuevos resguardos, territorios colectivos y zonas de reserva
campesina, y constituyendo los territorios campesinos de producción
de alimentos para el consumo nacional y la exportación, con la
infraestructura, la financiación y la tecnificación adecuadas. La
tregua o cese al fuego general es una aspiración común de todo el
Pueblo, se pueden usar los protocolos acordados con las Farc,
adaptados a cada caso, aplazando la dejación de armas hasta cuando
se llegue a un nuevo acuerdo.
En
el mundo actual tenemos países amigos suficientemente poderosos para
que sean nuestros socios estratégicos como cooperantes, aliados
productivos, proveedores y consumidores.
Debemos
lograr dar satisfacción a tan justos reclamos y perfeccionarlos en
un debate amplio que incluya a todas las fuerzas que se quieran
sumar.
Gustavo
Petro y Ernesto Samper proponen utilizar las elecciones al Congreso
de marzo de 2018 para que los partidos, movimientos y grupos
significativos de ciudadano (GSC), interesados en conformar un frente
político democrático, seleccionen su candidato presidencial. El
mecanismo sería que los precandidatos presidenciales encabecen las
listas al Senado por su respectivo Partido o Movimiento, habilitado a
dar avales, o por un GSC. Los partidos liberal, polo democrático
alternativo, alianza verde, Unión Patriótica, el movimiemto Fuerza
Ciudadana y el que surja de las Farc, darían avales probablemente a
Humberto de La Calle, Jorge Robledo o Iván Cepeda, Claudia López o
Antonio Navarro, Aída Avella, Carlos Caicedo y tal vez a Pastor
Alape. Por GSCs irían: Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Piedad
Córdoba.
Por
el partido de la U los senadores Armando Benedetti y Roy Barreras han
apoyado abierta y vehementemente los acuerdos de paz y han
manifestado su interés por participar en un frente que garantice la
implementación pero, con el partido liberal, han recibido
señalamientos de presunta corrupción y de haber apoyado las
políticas neoliberales de los gobiernos de Uribe y Santos, para no
hurgar mas atrás. Entendiendo el neoliberalismo como la renuncia del
presidente, los congresistas y los demás magistrados a ejercer la
soberanía delegada preferentemente a favor del pueblo, anteponiendo
los intereses del gobierno de fondo o en la sombra conformado por las
grandes transnacionales hegemonistas y sus aliados nacionales, con la
corrupción inevitablemente derivada. Todos los integrantes del
frente deberían denunciar el neoliberalismo y probar su honestidad.
Si participara al partido de la U probablemente Roy Barreras o
Armando Benedetti encabezarían la lista al Senado por ese Partido.
El
precandidato que obtenga el mayor número de votos al Senado sería
el candidato presidencial del Frente Democrático.
Para
la Cámara se deberían hacer alianzas en cada departamento y Bogotá
DC para ojalá unir a todos los partidos, movimientos y GSCs del
frente en listas únicas a fin de aumentar la capacidad de competir
con éxito frente a los políticos profesionales, muchos
inhabilitados, y sus familiares, que con sus prácticas
intimidatorias y de compra de votos logran enajenar la voluntad
popular. Se podrían seleccionar las listas de candidatos para cada
circunscripción con base en encuestas entre los postulados. Las
universidades podrían hacerlas, dentro de sus funciones de
investigación, con pocos requerimientos financieros. Por ejemplo el
Profesor-investigador de la facultad de ciencias políticas de la
Universidad Nacional de Bogotá Carlos Medina Gallego ha organizado
encuestas en varias elecciones.
Cada
partido o GSC decidiría como completar su lista al senado pero
deberían incluir sindicalistas, líderes de los movimientos sociales
urbanos y rurales, víctimas del conflicto y líderes del sector
educación, ciencia y cultura, es preferible empoderar líderes
sociales probados y competentes en vez de dar continuidad a políticos
profesionales o a sus familiares. Podría organizarse una gran
encuesta nacional que defina el orden de la lista de cada partido o
GSC, todos el mismo día para evitar que alguien vote por mas de una
lista.
Las
encuestas debieran ser masivas, por internet, consultando las bases
de datos de la Registraduría nacional del estado civil para
controlar que ciudadanos están habilitados por circunscripción. Las
Universidades podrían adaptar una app de encuestas de software
abierto, ojalá con capacidad de confrontar huellas captadas en
lectores específicos, en pantallas táctiles o en cámaras
fotográficas en linea.
Tenemos
la oportunidad histórica de cambiar el rumbo de Colombia, ¡Podemos
hacerlo!