Justificación del tren Brasilia-Cupica: asegurar la alimentación de mas de 2 mil millones de personas.
En el norte de Sudamérica avanzan las sabanas como degradación natural de las selvas tropicales y la potrerización como degradación antrópica, son unas 40 millones de hectáreas en Colombia, otras tantas en Venezuela y mas de 120 millones en Brasil la mayoría en el “cerrado”, el cual tiene mas de 190 millones de hectáreas pero buena parte debiera reforestarse con especies de la selva amazónica para proteger las aguas y la biodiversidad. “Norman Borlaug, laureado Premio Nobel de la Paz, ha descrito el cerrado como una de las últimas fronteras de la tierra de zonas vírgenes con posibilidad de ser arables para la expansión de la agricultura.” Fuente: Eco-región del Cerrado Esto es aplicable a los mas de 60 millones de hectáreas de los llanos colombo-venezolanos, ver: Los llanos colombo-venezolanos , y a los potreros sembrados donde existía bosque en los 3 países.
Pero la explotación agropecuaria en estas praderas debe ser agroecológica, de economía circular, porque los monocultivos que consumen enormes cantidades de fertilizantes de origen fósil y la ganadería extensiva están degradando los suelos y contaminando el agua y el aire. La perdida de biodiversidad y de la capacidad de retención de agua en estas praderas conducirá paulatinamente a su desertificación.
Construir un tren de 5500 km desde Brasilia hasta el futuro puerto de bahía Cupica en el Chocó colombiano atravesaría principalmente praderas con poco desnivel, entre cero y 400 msnm con 2 túneles cortos a unos 800 msnm atravesando los Andes en el Estado Táchira y la Serranía del Perijá del Estado Zulia al departamento del Cesar, un poco al norte del municipio La Jagua de Ibirico. La selva que atravesaría al norte de brasil y al suroriente de Venezuela es mínima si se compara con el proyectado tren peruano-brasilero de 4500 km entre los puertos de Chancay en Perú y Santos en Brasil, atravesando los Andes, cordillera joven muy inestable, a más 4000 msnm.
Troncal férrea Brasilia-Cupíca (Brasil, Venezuela y Colombia)
Sin cables eléctricos, con cero emisiones de carbono usando H2 verde como combustible de trenes autónomos, solo requerirían humanos para el control y la seguridad, sería posible llegar a Cupica desde Brasilia en 2 días. La vía estaría encerrada y con suficientes puentes y viaductos para no perturbar la fauna silvestre.
El río Amazonas se podría atravesar en un estrechamiento de menos de 5 km que existe un poco al oriente de las ciudad de Santarem con 2 viaductos a lado y lado y un puente atirantado de 4 km al medio. La siguiente imagen revela la gran deforestación, en forma de espina de pescado, que ha ocasionado las carreteras que desde Belén y desde Brasilia conducen a Santarem, alrededor del puente propuesto. Con el tren se pueden limitar las estaciones para preservar la selva mientras con carreteras es incontrolable.
Las carreteras ocasionan deforestación incontrolable alrededor del río Amazonas
El objetivo es poner a producir paulatinamente en forma sostenible 200 millones de hectáreas en los 3 países, que hoy se usan para ganadería extensiva, reforestando las cuencas con bosques naturales de galería repoblados de fauna silvestre, y regulando las aguas para obtener riego permanente. Entonces los gobiernos podrían desestimular la deforestación del amazonas ofreciendo a cambio nuevas decenas de millones de fincas familiares o comunitarias agro-ecológicas, con mercados asegurados en la cuenca del pacífico gracias al tren.
En Venezuela sería preferible que el tren no suba a la gran sabana. Mejor que bordee al occidente el río Caroní. Luego iría por las sabanas a lado y lado del rió Orinoco hasta llegar al Táchira en donde atravesaría los Andes a máximo 800 msnm gracias a un túnel por debajo del municipio de Rubio, entraría a Cúcuta y seguiría por territorio colombiano por terreno plano hasta La Gabarra, reingresaría a Venezuela bordeando la serranía del Perijá hasta su menor anchura y altitud con otro túnel de 8 km a 800 msnm, un poco al norte de la Jagua de Ibirico.
Venezuela podría corregir la degradación de sus llanos y la cuenca del lago de Maracaibo
En Colombia el tren, partiendo de la Jagua de Ibirico, se cruzaría con el tren La Dorada-Chiriguaná-Santa Marta el cual ganaría la opción de desviar, atravesando las llanuras de la región Caribe, hasta el nuevo Puerto Antioquia en el golfo de Urabá y luego hasta el futuro puerto de Cupica.
Entrando por la Jagua de Ibirjco el tren atravesaría la región Caribe y el Chocó
El tren interoceánico entre Urabá y Cupica será el principal apoyo para la construcción del canal sin exclusas porque permitirá el transporte de maquinarias, materiales y hasta plantas industriales rodantes para producir cosas como concreto, refuerzos de polímeros con fibra de vidrio y hasta dragas y remolcadores autónomos. Además servirá para el transporte del personal y de vagones-viviendas con lo necesario para completar unos hábitats móviles adecuados.
La alternativa a la propuesta neoliberal del canal Chocó, está marcada con lineas azules oscuras,
preservaría el Parque Nacional Natural de Los Katíos y la hidrología.
Ver: https://hernanpardosilva.blogspot.com/2023/08/propuesta-progresista-del-canal-sin.html