Las
buenas intenciones de la Unión sindical obrera (USO), benemérito
sindicato de Ecopetrol, de hacer la II Asamblea por la Paz, en
conjunto con la U Nacional y el Ministerio de Trabajo, se están
concretando con resultados que desnudan el desconocimiento de los
acuerdos Farc-Gobierno en La Habana de muchos de los participantes en
las Asambleas regionales. ¿Ha habido bloqueo de esta información de
parte de los medios de comunicación hegemónicos? Porque a excepción
de Canal Capital que puso la Paz y los DDHH en el centro de su
actividad informativa, los medios monopolizados por los grandes
grupos económicos y sus socios o ¿patrones? internacionales,
parecen cumplir instrucciones en cuanto a trivializar los acuerdos,
cuando no oponérseles directamente.
Para
la implementación del punto 1, reforma rural integral, es
indispensable instrumentar la participación directa del pueblo rural
y de los que tienen la tenencia de las tierras para no caer en
despotismo por parte de la mesa Farc-Gobierno. Así como es de
pertinente el desarrollo de este punto como el principal de estos
acuerdos no se puede pensar en una implementación a cargo solamente
de las 2 fuerzas negociantes ni mucho menos solo de los gobiernos de
turno en Colombia.
Precisando
la propuesta
de Paz que presenté a la mesa de negociación desde 2012, revisada y
vuelta a publicar en junio pasado , presente un esbozo, limitado
por el tiempo de que dispuse, en la Asamblea por la Paz regional
Bogotá-Cundinamarca-Boyacá del 7 de noviembre de 2015. Dije
que debe
de haber 2 momentos para la participación del Pueblo rural y de los
que tienen la tenencia de las tierras, incluidos los empresarios
actuales y potenciales del agronegocio:
Cuando
el Gobierno y las Farc entren en tregua bilateral y firmen el acuerdo
definitivo debe iniciarse la implementación, aunque es el sexto
punto de la agenda acordada es indudable que se desarrollará después
de la firma, se debe convocar una mesa ampliada para lograr la
participación de la Sociedad civil involucrada, en este caso el
Pueblo rural y los Terratenientes y/o agronegociantes con delegados
nombrados por sus actuales organizaciones. O sea que la mesa debe
ampliarse con delegados de estos 2 nuevos participantes con el fin de
acordar cuales tierras y en que porcentajes se distribuirán entre
agronegocio y economía familiar campesina. Propuse que debieran ser
las tierras dedicadas a la ganadería extensiva, con el propósito
mínimo de semi-estabularla, para que en parte sea silvo-pastoril,
con lo cual se liberarían paulatinamente para usos agrícolas y
forestales por lo menos el 90% de los 40 millones de hectáreas en
potreros, y que la mitad de esas tierras se pueden dedicar al
agronegocio y en los otros 20 millones se podría hacer al fin la por
tanto tiempo aplazada reforma agraria. Esta mesa ampliada debe
concluir su actuación definiendo la metodología para implementar
esta reforma rural integral.
Para
el segundo momento de participación es indispensable lograr antes un
alto al fuego total que involucre, además de las FFAA del Gobierno y
las Farc, al ELN, al EPL y a los ejércitos privados, paramilitares o
no, que actúan en el conflicto al servicio de los terratenientes y/o
narcotraficantes, mineros ilegales, etc., en fin una tregua de todos
los actores armados y sus mentores para que el Pueblo rural pueda
reorganizarse y nombrar sus delegados nacionales, regionales y
subregionales. Para que esa reorganización sea realmente democrática
debe basarse en la elección simultánea en todo el País de las
nuevas Juntas de Acción Comunal (JAC), luego de un tiempo prudencial
para informar del objetivo de esas elecciones y para que los
aspirantes o candidatos puedan desarrollar sus campañas. Las nuevas
JAC una vez elegidas deben reunirse para decidir y elegir sus
representantes a las asociaciones que serán sus voceros a niveles
subregionales, regionales y nacionales para negociar el reparto de
tierras hasta llegar a cada municipio y a cada vereda. Los gremios
terratenientes y agronegociantes debieran hacer una reorganización
similar. Así que la nueva mesa de negociación de la implementación
tendrá 4 partes: El Gobierno, La Insurgencia unida, el Pueblo rural
y los gremios de terratenientes y agronegociantes a nivel nacional,
regional y subregional hasta llegar a lo municipal y a lo veredal.
Esta
propuesta es para implementar el acuerdo 1 Reforma rural integral,
pero las organizaciones creadas bien pueden servir para ayudar a la
implementación de los demás puntos. Las JAC urbanas debieran
reorganizarse porque la reforma rural está ligada con lo urbano, no
solo porque en lo urbano están la mayoría de los consumidores de la
producción agropecuaria, sino porque muchos insumos y servicios
aguas arriba y los procesos y la distribución aguas abajo, van a
transformar prácticamente a toda la Sociedad colombiana.
Vamos
p'alante que los de atrás están empujando.
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