Las
multinacionales farmacéuticas acostumbran recibir grandes
subvenciones de sus gobiernos para mantener centros de investigación,
son dineros de todos los ciudadanos capturados para el beneficio
privado. Logran con esto gran competitividad porque estos centros son
motores para la creación y la innovación que luego de patentar y
registrar derechos se lanzan a la rapiña de los necesitados de
esperanzas de mejor vida o soluciones a enfermedades crónicas y
terminales. Es el ánimo de lucro desbordado, alcahueteado por
gobiernos dominados por este tipo de multinacionales, dejando la
salud y el bienestar humano en última prioridad, porque lo que
importa es esquilmar a los que tienen con que y solo cuando les
aparece competencia reducen los precios intentando crear carteles
para retrasar al máximo la masificación de lo beneficios, si fueran
reales.
En
la economía social, ver “Una
vía progresista al Socialismo”,
los centros de investigación de las universidades debieran cumplir
una función similar en cuanto a insertarse en la producción real,
por supuesto sin imitar la
depredación que conlleva como
único fin el ánimo de lucro,
porque se requiere aumentar permanentemente la producción y la
productividad de las empresas industriales
públicas, sociales gestionadas
por sus
trabajadores, mas
las redes de empresas comunitarias de Indígenas, Campesinos y las
demás etnias reconocidas,
para poder superar la precariedad económica de las masas, generar
empleo suficiente, crecer y renovarse. El
Estado y las autoridades comunitarias deben
derivar ingresos que junto a
los impuestos sirvan para sufragar su gastos
de funcionamiento y adelantar
las obras de infraestructura que se requieran. Además se debe
garantizar la sostenibilidad ambiental, sin escatimar gastos, porque
debemos
hacer viable
el futuro de las nuevas generaciones.
Para
lograrlo es necesario que Colciencias, o un organismo sustituto,
actúe como coordinador orientando los recursos de investigación a
los proyectos priorizados en los planes de desarrollo derivados de
las misiones y visiones de los programas de gobierno aprobados por
los ciudadanos. Este nuevo tipo de Investigación debe iniciar por
seleccionar de los proyectos elaborados en los últimos años los mas
adecuados para crear paquetes tecnológicos que sean sometidos a
pruebas de campo y una vez aprobados se apliquen con estricto
seguimiento para permitir el registro contable en tiempo real y el
análisis financiero y estadístico, todo lo cual debe realimentar a
los científicos para iniciar nuevas investigaciones en ciclos de
mejora paulatina y continua.
Investigaciones
que también debieran cobijar a los pobladores urbanos, quienes
debieran tener opción de organizarse y crear territorios con cierto
grado de autonomía de los cuales dependan redes de productores
medianos y pequeños que podrían alcanzar altas productividades sin
sacrificar la generación de empleo, con el uso de novedosas maquinas
orientadas a la producción personal, así como los campesinos
podrían usar el motocultor y sus accesorios, que permita impulsar la
originalidad individual e incluir el arte en los productos. Estos
productores se complementarían con una gran industria de propiedad
social, a su servicio, que les ayudaría a conocer las técnicas que
requieren grandes volúmenes, a solucionar la adquisición de insumos
y la distribución de la producción, fortaleciéndose mutuamente
para satisfacer necesidades y vender excedentes. Alianzas productivas
entre compañeros.
Los
programas de extensión de las Universidades debieran prestar sus
servicios en la gestión inicial de las investigaciones aplicadas
como políticas públicas. Estos servicios profesionales acompañarían
los proyectos hasta cuando se demuestre que las nuevas empresas
familiares, comunitarias y sociales son viables, o sea que han
superado el punto de equilibrio y tienen solución de ventas de sus
excedentes por un tiempo razonable, que prometa poder prolongarse con
un trabajo continuo de mercadeo y adaptación. Mientras esto no
ocurra los beneficiarios actuarán como aprendices asalariados y solo
empezarán a pagar los prestamos, descontados los subsidios si
existieran, cuando las ventas provean los ingresos necesarios, luego
de asegurar la remuneración del trabajo ya calificado incluyendo la
auto-gestión que les corresponda.
En
pocas palabras los centros de investigación debieran crear, mejorar
y renovar proyectos productivos pertinentes para las necesidades del
País y los centros de extensión debieran gestionarlos hasta
asegurarse de que ya pueden avanzar solos.
Ideas
para hacer Capital Social, perteneciente a todos los ciudadanos de un
Estado, que es la forma como proponemos construir el Socialismo.
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