Publicado en http://colombia.indymedia.org/news/2007/07/70045.php (Friday, Jul. 27, 2007 at 8:13 PM)
Una ponencia del sector campesino en el encuentro de victimas pertenecientes a organizaciones sociales. Bogotá Julio 26, 27 y 28 de 2007
Diagnóstico del sector Campesino: Estamos en un proceso de exterminio de los campesinos de Colombia. Desde mediados de los años 40 los terratenientes decidieron desocupar el campo para apoderarse de las tierras y los ganados. En la guerra contra los campesinos hasta 1965 fueron asesinados casi 300 mil y robados más de 10 millones de hectáreas con sus instalaciones y ganados. Una tregua con tímida reforma agraria culminó en 1973 con el pacto de Chicoral entre la nueva oligarquía urbana y los terratenientes, con instrucciones de asesores gringos, generó una guerra de baja intensidad hasta hoy para robarse 20 millones de hectáreas y 15 millones de reses y lanzar a la mitad de los campesinos más allá de la frontera agrícola. Perfeccionaron la matanza con masacres deliberadamente crueles y sanguinarias para lograr mayores desplazamientos con solo 100 mil muertos. Ahora sale Uribe como vocero de los 13 mil narco- para-terratenientes a feriar 44 millones de hectáreas en Miami y Nueva York dizque para solucionarles a los gringos su crisis energética con bio-combustibles.
Reparación colectiva: No vamos a aceptar migajas compartidas con abogados inescrupulosos, debemos tomarnos el poder con nuestros compañeros desplazados, los obreros y demás amigos verdaderos en las ciudades para recuperar 30 millones de hectáreas y 15 millones de reses con que producir los alimentos y las materias primas que necesita el pueblo. En gesto magnánimo de reconciliación les dejaremos pagar sus condenas por los crímenes de lesa humanidad y de guerra cometidos, trabajando 10 millones de hectáreas para exportar, más de 3 veces lo que hacen ahora. Los determinadores y financiadores y sus asesores gringos, como principales autores intelectuales, deben recibir las condenas con agravantes.
Reformas institucionales, garantías, verdad, justicia y reparaciones individuales. Sin tomarnos el poder solo recibiremos concesiones de jueces aislados, cuando logren sobreponerse y sobrevivir a la amenaza. No seamos más ilusos creyendo que un congreso dominado por los paramilitares va a legislar en pos de la justicia social.
Conclusiones: Debemos continuar la lucha por la unidad de los campesinos y su alianza con los obreros e demás amigos en las ciudades para ganar el poder, primero local y mañana nacional. En nuestras comunidades de base y los espacios conquistados ir desarrollando alianzas productivas rurales-urbanas bien planificadas y preparar las herramientas de gestión de nueva tecnología que nos ayudarán a superar la pobreza… y el dolor.
Hay que quitarle el poder a esta oligarquía apátrida y parar el TLC porque sino vendrá la estocada final para los campesinos en Colombia. Los para-narco-terratenientes terminarían vendiendo las mejores tierras a las transnacionales agroindustriales como sucedió en Argentina, en los nefastos gobiernos de Menem y demás neolibearales. Si, la pobre Argentina, que de ser considerada el granero del mundo pasó a motocultivador de soya tras-génica, sin campesinos… y sin dignidad.
¡En Colombia no lo vamos a permitir! ¡Al poder para lograr la justicia social!
Reparación colectiva: No vamos a aceptar migajas compartidas con abogados inescrupulosos, debemos tomarnos el poder con nuestros compañeros desplazados, los obreros y demás amigos verdaderos en las ciudades para recuperar 30 millones de hectáreas y 15 millones de reses con que producir los alimentos y las materias primas que necesita el pueblo. En gesto magnánimo de reconciliación les dejaremos pagar sus condenas por los crímenes de lesa humanidad y de guerra cometidos, trabajando 10 millones de hectáreas para exportar, más de 3 veces lo que hacen ahora. Los determinadores y financiadores y sus asesores gringos, como principales autores intelectuales, deben recibir las condenas con agravantes.
Reformas institucionales, garantías, verdad, justicia y reparaciones individuales. Sin tomarnos el poder solo recibiremos concesiones de jueces aislados, cuando logren sobreponerse y sobrevivir a la amenaza. No seamos más ilusos creyendo que un congreso dominado por los paramilitares va a legislar en pos de la justicia social.
Conclusiones: Debemos continuar la lucha por la unidad de los campesinos y su alianza con los obreros e demás amigos en las ciudades para ganar el poder, primero local y mañana nacional. En nuestras comunidades de base y los espacios conquistados ir desarrollando alianzas productivas rurales-urbanas bien planificadas y preparar las herramientas de gestión de nueva tecnología que nos ayudarán a superar la pobreza… y el dolor.
Hay que quitarle el poder a esta oligarquía apátrida y parar el TLC porque sino vendrá la estocada final para los campesinos en Colombia. Los para-narco-terratenientes terminarían vendiendo las mejores tierras a las transnacionales agroindustriales como sucedió en Argentina, en los nefastos gobiernos de Menem y demás neolibearales. Si, la pobre Argentina, que de ser considerada el granero del mundo pasó a motocultivador de soya tras-génica, sin campesinos… y sin dignidad.
¡En Colombia no lo vamos a permitir! ¡Al poder para lograr la justicia social!
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